Hace un par de años tuvimos el placer de hacer una de las travesías más largas. Cuatro clientes islandeses vinieron al país para recorrerlo con sus bicicletas, nos escogieron como su compañía y respaldo durante todo el trayecto, desde que llegaron al Aeropuerto El Dorado (Bogotá D.C), hasta que llegamos al corazón de la ciudad amurallada (Cartagena, Colombia). Fueron 18 días de acompañamiento, de risas, de caídas, de sufrimiento (muy poco la verdad) y de momentos inolvidables.
Conocimos lugares increíbles, que ni siquiera sabíamos que existían, visitamos las playas vírgenes de moñito en el departamento de Córdoba, recorrimos de punta a punta la península de Barú, conocimos una nueva cultura, compartimos costumbres gastronómicas, reforzamos nuestra disciplina y la constancia gracias a ellos y a esa experiencia, nos enseñaron y nos dieron las bases para prestar servicios de calidad con comodidad en cualquier circunstancia. Valores que hoy en día nos posicionan como una de las mejores empresas prestadoras del servicio de transporte.
Todas y cada una de las experiencias con nuestros clientes, han hecho de nosotros una marca experta en la prestación de servicios de transporte, pero más importante que eso, nos han hecho una marca más humana.
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